Mi padre trabajó en Telefónica durante toda su vida, y antes de ayer descubrí una historia que no conocía de cuándo estaba comenzando su carrera profesional en la compañía. Es una aventura que tuvo lugar en el mítico, histórico y emblemático edificio de Telefónica que el año pasado celebró sus 90 años de vida . Pues bien, ésta es una de las infinitas historias que cuentan sus muros, y la protagonizaron mi padre y su hermano, mi tío, en uno de los ascensores que lleva desde la planta baja hasta las plantas cercanas al reloj que ilumina la Gran Vía de Madrid. Figura 1: Ángel, un hacker en el ascensor del Edificio Telefónica de Madrid en 1947 La escribo y os la dedico con cariño a mis queridos amigos telefónicos, ya que fue por casualidad cómo me enteré de que mi padre pudo ser uno de los primeros, si no el primer, hacker de la historia en el edificio de Telefónica . Entendedme, “ hacker ”, en su esencia, significa pensar y hacer las cosas en una forma diferente a lo esper